domingo, 4 de noviembre de 2012

La realidad no es todo lo que hay

Algunos amigos de la tertulia del Ateneo me han llamado para que les reserve entradas para la función de hoy; será bonito estar acompañada de ellos y su sentir en el rito de hacer resonar públicamente, una vez más, las palabras del maestro.
Ya sabía yo que no habría problema de entradas, pero, por si acaso, me acerqué ayer al teatro para ver si había muchas reservas hechas. 6 entradas era el total. Y es que, lo que hay de verdadero es lo que generalmente menos interesa. Interesa la noticia y dedicar páginas enteras de los periódicos a ella, que, por cierto, no hacían mención -más que en el periódico de La Razón- de que había una obra suya en cartel. No nos escandalicemos, ya se sabe que el mundo marcha así, gobernado por el Poder. Pero, como nos hizo descubrir Agustín, la realidad no es todo lo que hay. De allí me fui, como suelo hacer, a repartir papelitos por las calles. Allí sí, me encontré con alguna gente verdaderamente conmocionada con la pérdida. Les recité algunos poemas; surgieron momentos bonitos de evocación por parte de ellos, compartiendo conmigo o bien que habían sido alumnos suyos en la Universidad, o que le escuchaban por la radio cuando lo de Radio 3, etc. Suelo hacer también este ofrecimiento (el de recitar algún poema) a la gente que me dice que no va a ir porque no le gusta el teatro. Entonces, si aceptan, milagro del teatro surge -para su sorpresa- allí mismo, en la calle, sin escenario, a dos palmos. Muchas de las veces cambian de opinión y me dicen que seguramente vendrán o al menos se quedan con una sonrisa.
Y ahora voy a repasar el texto. La realidad dice que el jueves tuvimos defunción, pero el caso es que hoy domingo a las 20:30 tenemos función donde Agustín, más allá de él mismo, seguirá hablando, demostrando nuevamente una gran contradicción. Qué curioso, ¿no? Esto me hizo recordar aquello de "...y al tercer día resucitó". También es una casualidad que viniera a morir el día de todos los santos. Un abrazo y que nos salga una función bonita. ¡Va por usted, maestro!

4 comentarios:

  1. No estoy seguro de que éste sea el sitio para dejar un comentario sobre la obra, pero en alguna parte hay que escribir que: ésta es una representación portentosa, imprescindible, plena de energía y de ritmo, a ratos divertida, a ratos estremecedora, a ratos asombrosa, siempre cautivadora; de altísima calidad literaria (ésto ya se sabía) e interpretativa (para mí, un descubrimiento). Gracias, Ester. Gracias, Agustín.
    Luis V.

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    1. Muchas gracias a tí por venir. Me alegro mucho que lo pasaras bien y te llegaran tanto sus palabras. Un fuerte abrazo! Ester

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  2. Hola Ester, he estado esta noche en la sala Triángulo.. una de las seis personas que habían comprado entrada anticipada.. de las que hablabas en este blogg..
    Conocí de tí por el papelito que me entregaste en la calle, y tuve la suerte de que compartieras conmigo unos momentos en los que me hablaste de Agustín, te extañaste de que lo conociera.. y quedé para ir a ver el espectáculo, sabiendo ya los dos de su enfemedad..
    El jueves no estuve en Zamora, porque entendí que era aquí, donde podía encontrarme con la palabra de Agustín, con tu voz y el cariño que hacia el, en la calle, ya mostrabas.

    No sabíamos que hacer al acabar la función, fué una sensación rara.. la canción del amigo, que tratamos de tararear, aunque con un nudo en la garganta, la ausencia, el pandero golpeado unos minutos antes por ti, que ya callaba.. y un clavel rojo, artificial, como todo, en un escenario..

    Un abrazo

    Eduardo San Pedro

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    1. Qué bonita fue la función, gracias, se sentía desde el escenario toda vuestra entrega como público. Un abrazo enorme. Le tenemos ahí, en sus libros.. El hablaba de "comerse a los muertos". Así que a comérnoslo, y bien rico que sabe. Salud, hermanito.

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