Las lecturas en La Cabrera y Sevilla han sido unas bonitas y enriquecedoras experiencias. El público en las tres sesiones ha sido muy generoso y ha compartido a raudales sus impresiones y sensaciones en los coloquios dándome con ello muchas claves y ánimos para continuar en el intento de sacar a escena Todas a la una. Se siente que los textos tocan verdaderamente al público, hieren, acarician..., vale la pena. Tengo ya practicamente memorizado todo el texto, lo que me permitió jugar mucho más con él que en las lecturas anteriores. El recuerdo de estos últimos días en Sevilla queda perfumado con el dulce olor de azahar que inundaba noche y día cada rincón de la ciudad recordando a cada paso que las cosas más lindas de este mundo no cuestan dinero. A partir de aquí, que florezca lo que tenga o quiera florecer.
Una misma, la que no es una, las cosas, los recuerdos, el amor, el paso del tiempo, la muerte, el extrañamiento, la pérdida…, se dejan hablar sobre la escena a través de una selección de textos de diversa índole (poesías, escenas dramáticas, cuentos, romances…) extraídos de la obra de Agustín García Calvo (Premio Nacional de Literatura Dramática 1999) escogidos e interpretados por Ester Bellver.
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¿Para cuándo en Madrid? Parece que con la primavera llega la esencia aunque creo que habrá que esperar hasta que el fruto esté maduro. Ya nos informarás
ResponderEliminarYo misma no sé todavía por qué derroteros tirar ahora. El público que lo ha visto me dice que necesita poco más, que los textos tienen su fuerza de por sí y que una propuesta sencilla y despojada le va mucho. Quizá un músico, quizá no... En esas dudas estoy. Todavía no lo he ofrecido a ningún teatro, quería cotejar primero con el público si esto podía funcionar. Ahora tengo que pensar también cómo enfocarlo, no es un espectáculo con un argumento al uso, son textos fracturados tomados de allí y de allá unidos entre sí por pura intuición, haciendo conexiones para mí emocionales más que argumentales, sin un hilo conductor que lo justifique. Mis dudas primeras era ver hasta qué punto esto podía echar para atrás al público en general. Con las lecturas realizadas ante públicos muy variopintos he podido sentir que mayoritariamente esto no ha sido un problema para que los textos hagan en la gente lo que tienen que hacer, tocarles profundamente. Vamos a ver qué pasa. Me gusta también eso de que el espectáculo se vaya haciendo, así a lo tonto, él solo. Gracias, Sin credo, por tu interés y presencia también en este otro rincón.
ResponderEliminarDe esta forma creció también el fenómeno dramático llamado ProtAgonizo. Ea, pues espero poder ser parte de ese público variopinto que experimente esas sensaciones "a tontas y a locas"
ResponderEliminarSí, ojalá!
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