domingo, 13 de abril de 2014

'Penúltima' en Guindalera

Cuando dan la entrada al público estoy escondida detrás del telón rojo, desde la oscuridad espío como van entrando: si son muchos, si son pocos; si son jóvenes, si más mayores; si hay conocidos, si no lo son... Me quedé atónita ayer cuando vi entrar a una pareja con tres niños, uno de ellos súper chiquitín. Me dije, "bueno, que sea lo que Dios quiera". Imaginé que quizá podría captar sus atenciones durante un rato, pero que luego se les haría largo, hablarían, llorarían..., qué sé yo. Todo lo contrario, reinó durante toda la función un impresionante silencio lleno de esa mágica vida y tensión que se crea cuando el público está muy atento. Solamente en el último parlamento se le escuchó al pequeñajo preguntar muy en bajito (así como hablan los pequeños en bajito, que se les escucha perfectamente en toda la sala): "¿QUÉ HA DICHO?", la madre le repitió la frase que se había perdido y llegó el final. A la salida fui a verlos, tan guapos. Les pregunté cuántos años tenían. El pequeño -¡qué ojitos más pícaros!- me contestó con sus deditos que tres; el mayor tenía 12; el mediano 9. Les pregunté si les había gustado, sus cabecitas me dijeron que sí. La madre me contó que habían venido desde Badajoz para ver el espectáculo y que era la primera vez que los niños iban al teatro, ¡menudo desvirgamiento! Con lo que le gustaban los niños a Agustín, qué contento le pondrían estas noticias. Después de la función hicimos un coloquio abierto con el público. Fue una pena que no pudiera asistir -como anunciábamos- Isabel Escudero, un asunto familiar de última hora se lo impidió. Al término del coloquio se proyectó un video. Me senté en el patio de butacas fundiéndome con el resto de espectadores. Tras un oscuro se iluminó el telón rojo y Agustín se nos apareció recitando un fragmento de la endecha 'Relato de amor'. Un libro precioso que os recomiendo leer. Pinchando en la foto podéis ver el video. Hoy es nuestra última función en el Teatro Guindalera. Gracias, amigos, por habernos dado escenario y por vuestro profundo amor al teatro. Hasta pronto. 
 Recital en el Teatro Español 1982

3 comentarios:

  1. Sí, a don Agustín le gustaba lo femenino,como dijiste en el coloquio, y cómo no, los niños, y mejor, le gustaría "lo niño": no recuerdo ahora dónde le leí que para enseñarles había que dejarse agarrar por su manita y dejarte llevar a donde no sabes; algo así deberíamos dejar que nos pasara a cada uno, dejarnos caer a lo niño de nosotros mismos, como haces tú tan bien en el espéctaculo con las 2 hermanitas que son la 1. De nuevo en Extremadura la Baja amanece, y los niños siguen dormidos. Nos encantó verte en La Guindalera; nos encantó, a Elena y a mí y a una amiga vieja maestra discípula del don Agustín de las clases en Sevilla y de los parlamentos que se recitara por el parque de Maraluísa, haberte visto en La Triángulo. No, no, como hablaba él con el señor de su amor, no nos creemos la muerte, hablamos con él en sus libros, está en sus teatros, en sus trenes, y en la salida del Subterráneo de Sol-no-Vodafone.

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  2. Qué bien, Ester. Qué maravilla y qué gusto haberte descubierto. Eres una actriz absoluta. Te vi el día de los niños y desde luego que me llamó la atención, aunque pensé lo contrario a la verdad: que estarían muy acostumbrados a estar en el teatro. Lo que son las cosas...

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  3. Qué bien, Ester. Qué maravilla y qué gusto haberte descubierto. Eres una actriz absoluta. Te vi el día de los niños y desde luego que me llamó la atención, aunque pensé lo contrario a la verdad: que estarían muy acostumbrados a estar en el teatro. Lo que son las cosas...

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