Iba ayer poniendo algunos de ellos en los parabrisas de los coches, cuando noté que me estaban observando con mucha curiosidad desde la terraza de un pequeño bar cercano al Paralelo. Se trataba de un hombre rondando los 70 acompañado de dos jóvenes (mujer y varón, ambos hijos de él. Ella hija, él como si lo fuera, aclaró el hombre). Se ve que les chocó verme en esa acción. Me acerqué a ellos para dales uno y explicarles de qué se trataba: "es un espectáculo de teatro que estoy haciendo". No sé cómo fue que, de repente, me vi escenificando, ahí mismo, para ellos, la primera historia que abre el espectáculo (titulada "Mucho", perteneciente al libro "Registro de Recuerdos". Ed. Lucina). En ella un hombre revive el mágico reencuentro amoroso que tiene con su primer amor muchos años después unos momentos justo antes de ella fallecer. A mitad de la escena percibí que las miradas de los hijos chequeban de vez en cuando la expresión de su padre mientras que los ojos de este brillaban de emoción. Entendí inmediatamente que aquel texto estaba tocando profundamente en alguna fibra de aquella familia. Continué ofreciéndolo con "mucho" cuidado y amor. Al terminar, el hombre estaba llorando a lágrima suelta; hacía dos años que había perdido a su mujer. Me confeso mientras me daba un abrazo que, aunque normalmente es algo muy difícil o casi inalcanzable, él sentía que había tenido la suerte de haber encontrado en este mundo a su media naranja y que la había perdido. Al escuchar este texto -me dijo- se había sentido menos solo, "porque uno generalmente no sabe como hablar de esto con alguien". Aquella historia había revivido en su corazón como si fuera la suya propia, o la suya lo había hecho escuchando la de otro. Justamente, en su introducción, este texto habla también de eso. Reflexiono sobre el origen del teatro e imagino que su verdadero sentido tendría algo que ver con esto, ¿no?
Una misma, la que no es una, las cosas, los recuerdos, el amor, el paso del tiempo, la muerte, el extrañamiento, la pérdida…, se dejan hablar sobre la escena a través de una selección de textos de diversa índole (poesías, escenas dramáticas, cuentos, romances…) extraídos de la obra de Agustín García Calvo (Premio Nacional de Literatura Dramática 1999) escogidos e interpretados por Ester Bellver.
martes, 24 de julio de 2012
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Es vedrad lo que dices. Espero que vaya muy bien el espectáculo, Esther, y poder verlo en Madrid.
ResponderEliminarPedro Santos
Pues acaban de darnos la alegría de que "Todas a la una" se va a presentar en Madrid en la Sala Triángulo. Serán todos los domingos de octubre y noviembre. ¡¡Eres el primer espectador!! Un beso, Pedro, y gracias por tu interés y seguimiento.
EliminarAy, la Vida ...
EliminarEs muy grande lo que estás haciendo, Esther, y también muy "pa abajo", pa lo hondo. Gracias y mucha suerte.
nana
Me ha encantado leerlo, que bonito! Estoy de acuerdo que el teatro es eso también, tocar con las emociones, hacer sentir, un besazo mi niña!
ResponderEliminarRosa Herrera
Emocionante Ester, que cositas tan bonitas te pasan... Esto es más grande que cualquier otra cosa... Muxus.
ResponderEliminarCharo Gallego
dios mío ¡Qué bonito! felicidades por tan bella experiencia.
ResponderEliminarGladys Balaguer
Ester,
ResponderEliminarpreciosa experiencia que nace de tu generosidad. Estoy deseando verte de nuevo ¡Un beso enorme!
Gracias Ester por el recordatorio, estuve un tiempo queriéndome acordar en que libro de Agustín había leído Mucho. Espero oirla de tu voz. Un abrazo. Tina (VAlencia)
ResponderEliminarEster guapa, que alegría verte pronto en La Triángulo!!!
ResponderEliminarGran abrazo amiga y que siga la buena racha, las cosas maravillosas que te pasan son el producto de tu entrega y tu generosidad
Chon
Que te hayas echado a la calle no creo que sea una "táctica de comunicación". Más bien se siente que si no es en la calle no hay nada que hacer, pero como nos da tanto miedo -porque está tan prohibido lo público- lo que sí parece una táctica de lo que hay por ahí abajo es que tengamos que decir (o sea, que nos tengamos que creer) que nos lanzamos a lo abierto sólo como "táctica" para que a lo privado le vaya bien.
ResponderEliminarSalud y nos vemos en la calle!!
Tienes razón. Y qué ridículo suena eso de "táctica de comunicación" ahora que lo veo así, resaltado por tí... Me da hasta risa. La alegría es descubrir cómo con una disculpa tan tonta como esa, la de dar unos papelitos, es tan fácil encontrarse de pronto hablando con un desconocido de lo que -como este señor explicaba- uno siente que "generalmente no sabe como hablar de esto con alguien".
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